En la última década ha habido un asombroso avance tecnológico como resultado del desarrollo del aprendizaje de datos a través del aprendizaje profundo.
La robótica educativa brinda beneficios que deberían utilizarse desde los primeros años de la escuela, ya que los estudiantes experimentan la interacción con la tecnología como algo natural y parte de su vida escolar cotidiana.
Esto forma parte del programa de John Dewey “Learning by Doing”, que tiene por objeto proporcionar a los niños las herramientas para participar y comprometerse en el aula.
Tanto los niños como la escuela obtienen mejores resultados mediante el uso diario de robots y la programación, con el aprendizaje a través de la experiencia en el juego.
Con esta trayectoria profesional se busca aprender del diseño, la fabricación y las aplicaciones de los robots y combinar diferentes disciplinas como la mecánica, la electrónica, la informática, la inteligencia artificial y la ingeniería de control.
La investigación y el desarrollo en el campo de la inteligencia artificial ha marcado un punto de inflexión en la robótica, y como resultado escuchamos diariamente noticias sobre cómo los robots humanoides son capaces de presentar noticias en directo o incluso dar conferencias.
La carrera de robótica se presenta como una corta carrera de 3 años y también como una carrera de pregrado en varias universidades, y se ofrece la licenciatura en electrónica, robótica y mecatrónica.
La robótica ha llegado a tal punto con el estudio que se puede aprender de los robots espaciales que se utilizan en escuelas de todo el mundo e incluyen robots que son sólo para el entorno de aprendizaje.
En la ciencia ficción, los humanos han imaginado robots visitando nuevos mundos, haciéndose cargo de las tareas domésticas o simplemente aliviándose de las tareas domésticas. Esta es un área que está jugando un papel pionero en la integración de los robots en el proceso de trabajo.
En Japón, Engelberger es ampliamente considerado como un jugador clave en el surgimiento de la era de la posguerra gracias a la calidad y eficiencia de la fabricación de tecnología japonesa.
Conocido como el “padre de la robótica industrial”, Engelberger desarrolló el primer robot industrial en los Estados Unidos, el Unimate, en los años 50 con la aprobación de la patente concedida al inventor George Devol.
Engelberger trabajó como empresario y firme defensor de la tecnología de los robots, además se dedicó a varios campos como la industria de servicios, la atención sanitaria y la investigación espacial.
En el año 2000, el Congreso Mundial de Automatización se dedicó a él, quien dio la conferencia principal.